Ajustando el impacto de una escena

Captura de pantalla del programa Clip Studio Paint con las páginas de Curso de Cocina para Exdioses en retícula

En su momento hablé de la aventura de los toques de color de Curso de Cocina para Exdioses.  Ahora me gustaría hablar de otro trabajo que voy haciendo a medida que dibujo las páginas y que no lleva tanto tiempo, pero creo que tiene mucho impacto.

Al principio, el cómic iba a publicarse capítulo a capítulo, en vez de página a página. Cada capítulo tenía que tener las mismas páginas. Para asegurarme de que todo entraba en el espacio que tenía disponible escribí el guion y luego hice los nemus (o como yo los llamo cariñosamente, los textetos). Uséase, los esquemas de página con textos integrados, una versión primitiva pero legible del cómic. Vamos, que antes de dibujar una sola página o empezar a tontear con acuarelas ya tenía el cómic entero hecho… con esta pinta.

Captura de pantalla del programa Clip Studio con las páginas del cómic Curso de cocina para exdioses en versión boceto chusco y un zoom más en detalle de una de las páginas

Podría parecer que sólo quedaba el trabajo de pulir esos nemus, y… casi. Hay páginas que quedan prácticamente igual a como estaban en el nemu. Vamos, como para jugar a encuentra las siete diferencias:

Dos imágenes, a la izquierda el nemu de una página y a la derecha la página acabada, sin grandes diferencias en la estructura de ambas

Pero hay páginas que quedan demasiado condensadas: lo que quiero contar pierde fuerza porque estaba intentando respetar un número de páginas y meter mucha información. Por ejemplo, esta escena del segundo capítulo. Todo lo que quiero contar está ahí, pero no respira como me gustaría.

Dos imágenes con nemus de dos páginas consecutivas del segundo capítulo del webcómic Curso de cocina para exdioses

Lo bueno es que al pasar a webcómic semanal ya no tengo la estructura de capítulos tan rígida que tenía antes y gano algunas páginas que puedo salpimentar por toda la historia. Al ir a dibujar una página la reviso, reviso las que vienen antes y las que vendrán después y puedo decidir hacer cambios para mejorar el ritmo.

En este ejemplo que nos ocupa lo que hago es seleccionar los momentos a los que quiero dar más impacto (la visión, la caída, el resultado):

Los mismos nemus de la imagen anterior, marcando con un recuadro violeta los momentos clave de cada página

Me doy cuenta de que puedo hacerlo convirtiendo estas dos páginas en tres para darle más espacio -y por tanto más importancia- a cada ‘momento impactante’.

Esquema mostrando cómo las dos páginas de los nemus se convierten en tres y dónde cae cada parte de la escena

Muevo las viñetas ya existentes pero también añado viñetas nuevas y elimino una viñeta redundante. Al cambiar de tamaño una viñeta la información que contiene ya es suficiente y no hace falta otra viñeta para repetir lo mismo. Queda así:

La misma escena reflejada en los nemus de las imágenes anteriores pero esta vez en tres páginas acabadas y rotuladas, contando la misma información

(Toda la rotulación de estas páginas es cosa de Rubén Solas, que está haciendo un trabajo que es canelita fina).

Lo de darle aire a una escena tiene su peligro porque al incrustar una página extra he convertido todas las páginas pares que vengan después en impares, y viceversa. Eso parece que no pero es bastante importante, o lo será cuando el cómic se recopile en papel. Así que cada vez que me doy el lujo de estirar una escena tengo que acordarme de poner otra página extra un poco más adelante para devolver todo a su estado original.

El caso es que estoy muy contenta con el resultado: los nemus que hice estaban muy centrados en que la historia cupiera bien en las páginas que tenía, y en que cada capítulo tuviera inicio, nudo y desenlace. Ahora que el formato ha cambiado estoy usando los nemus para apoyarme y al mismo tiempo mirarlos con ojo crítico y decir “vale, se entiende, pero… ¿cómo podría hacerlo más guay?”. Salen páginas que funcionan y que cuando las acabo me da orgullo enseñar. Y eso en un proyecto que me va a tener dándole a la tablet dos o tres años, es muy importante.

Si no habéis leído Curso de Cocina para Exdioses, está en Fanternet, el portal de webcómics de Fandogamia. Ahora que ha acabado el segundo capítulo voy a tomarme un descanso y volveremos con el tercer capítulo en enero así que tenéis tiempo para empezarlo y leeros todo lo que hay subido 😉

Y si queréis leer más reflexiones como esta, tengo una newsletter donde hablo de ilustración, hacer cómics y otras movidas creativas. ¡Es gratis y hay regalitos por apuntarse!

¡La tetería y Villacolmillo, nominados a los Premios Ignotus!

Viñeta con los personajes de la tetería (Margarita y Cam) y los personajes de Un mes en Villacolmillo (Gala y Mimencio el buzón) compartiendo un ratito juntos. El texto pone Gracias por nominar La taza medio llena y un mes en villacolmillo a mejor tebeo nacional

Un año más vengo a agradeceros la confianza y el cariño que supone que nominéis una obra mía a los Premios Ignotus, los premios populares que organiza la Asociación Pórtico entre todas las obras de terror, fantasía y ciencia ficción publicadas el año anterior. Pero es que este año tengo que hacerlo por partida doble: me habéis nominado a Mejor Tebeo no una sino dos cosas, La taza medio llena y Un mes en Villacolmillo. 

Así que un año más vengo a disculparme: cada año pienso que habéis frenado vuestra escalada armamentística y cada año me dejáis claro que no sólo no abandonáis las armas sino que estáis cogiendo más. Si es que hay que quereros <3

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Villacolmillo: el libro de bocetos

 

Portada del libro de bocetos de Villacolmillo, con la ilustración del interior de las tapas abocetada en ocre y algunos sellos

En 2024 hice un cómic ambientado en un pueblo de monstruos, llamado Un mes en VillacolmilloTambién hice un juego de mesa en el mismo pueblo, llamado Carteros de Villacolmillo y una expansión llamada Catastróficas Desdichas (estos, con diseño de mecánicas de Alberto Bastida).

Y para celebrar que abril es un mes muy bonito, he hecho un libro de bocetos gratuito de 60+ páginas explicando cómo se hizo: verás cómo todo empezó con una serie de ilustraciones, se convirtió en cómic, avanzó a juego y acabó creando al buzón con más carisma de la Historia. Si tienes curiosidad por el proceso de dibujo, por qué diseñé a todos los personajes dos veces y cómo organicé el trabajo que hay detrás, esto lo explica sin ningún spoiler. Continuar leyendo «Villacolmillo: el libro de bocetos»

La aventura de las acuarelas (parte II: la venganza)

Foto de una mesa con una paleta de acuarelas y un montón de pruebas pequeñitas de muchos colores

La parte I está aquí, por si acaso. Pero la resumo: hace poco se estrenó mi nuevo cómic, Curso de Cocina para Ex Dioses, en la web de Fandogamia. Su único requisito para aprobar el proyecto fue que tuviera toques de color, y yo me empeñé en hacerlos con acuarelas. Y se acercaba la fecha de entrega y no había manera de conseguir un resultado que me gustara. Ahora sí, retomamos la narración. ¡Que entren mis pensamientos!

Vale, si escaneo sólo las acuarelas no las alineo con la tinta. Y si imprimo bloques de negro mi impresora sufre…

…voy a dibujar una página teniendo eso en cuenta.

Fragmento de la tinta de la primera página del cómic Curso de cocina para ex dioses, con la protagonista en trance

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¡Nuevo webcómic! Empieza Curso de Cocina para exDioses

Primera viñeta del cómic curso de cocina para ex dioses, con la protagonista en trance

¡Venga otro cómic! Aparte de La Taza Medio Llena estoy trabajando en un webcómic llamado Curso de Cocina para ExDioses.

Va de hummus, perrines y gente con poderes y se publicará todos los martes en el portal de webcómics de Fandogamia. De hecho, ya se pueden leer las cuatro primeras páginas.

En el mismo portal tenéis Nada del Otro Mundo, la anterior obra que publiqué con ellos 🙂

¡Espero que os guste!