Hace un tiempo os hablé de cómo hice la ilustración de portada para el juego de mesa Carteros de Villacolmillo. Pues ya que me han llegado las copias de imprenta (¡yay!) vamos a hablar de otra parte del diseño: la parte funcional, la que sirve para que sea más fácil jugar al juego.
En juegos de mesa el diseño gráfico no sólo vale para hacer bonito sino que ayuda a que los jugadores entiendan de forma intuitiva lo que tienen que hacer. Mi objetivo con Carteros de Villacolmillo era precisamente ese: ser un vehículo para el diseño de juego, que hiciera falta leer el manual lo menos posible. Creo que donde más se nota es en las cartas, así que dejadme que os lleve desde el proto hasta el diseño final.
Empezamos con un prototipo hecho por el diseñador: trozos de papel rectangular que ponían en qué casilla se recoge el paquete, en cuál se entrega y cuántos puntos de victoria vale.
Para ver qué funcionaba y qué no nos pusimos a jugar. Yo iba tomando notas según jugábamos de cosas que funcionaban y cosas que no, ideas… y nos dimos cuenta de un par de cosas.
Las cartas representan paquetes. Pueden ser paquetes recogidos o entregados. Es importante distinguir, pero en el proto era fácil liarse.
Soy muy fan de juegos como el Seven Wonders o el Lords of Waterdeep que te animan a colocar las cartas de cierta manera para poder distinguirlas mejor, así que hice un mockup en Affinity Designer separando la carta en dos partes: arriba el paquete ‘cerrado’, con sus símbolos, su origen y su destino, y abajo en otro sentido el paquete ‘abierto’, con su contenido. Así, si la carta está boca arriba es un paquete recogido, y si está de lado es un paquete entregado.
Los símbolos tenía sentido que fueran sellos, por coherencia. Al principio para los puntos de victoria iba a usar números, pero personalmente me es más fácil contar que sumar, así que decidí que si la carta valía cinco puntos, pondría cinco sellos de punto de victoria. Añádele los sellos especiales, que en algunos casos nos pareció que necesitaban un pequeño recordatorio de las reglas.
Este diseño parecía que funcionaba: jugamos unas cuantas partidas más y nos gustó cómo iba tirando la cosa así que me puse con los dibujos de los distintos objetos.
Porque ¿he mencionado que cada carta tiene un dibujo de un objeto único? Esto era importante para mí, porque siempre que juego a un juego de mesa tengo mis cartas favoritas y a veces (sólo a veces) es por el dibujo. Así que venga a dibujar objetos del día a día de Villacolmillo…
…con los objetos listos saqué el cuaderno del feedback y me puse en el Affinity Designer a mover cosas. Aquí, con el diseño clarito lo que buscaba era hilar fino: cambiar el dibujo de algunas cartas para que se vea un poco más claro que son especiales, asegurarme de que los sellos que he diseñado me caben dentro de los márgenes tanto si la carta vale pocos puntos como si vale muchos, diseñar iconos de casilla, etc. Más o menos esto:
Así, tras tres meses de pruebicas hicimos una última impresión de todas las cartas para probarlo ya con los visuales finales. Y menos mal que lo hicimos, porque aún nos dimos cuenta de algunos detalles, como que al añadir color se hacía un poco más difícil distinguir los sellos de victoria (lo arreglé dándoles borde dorado, así destacan por encima del resto de sellos).
Y las cartas quedan tal que así. ¡Deseando estoy que podáis verlas todas!
El juego de Villacolmillo ahora mismo está sólo para los mecenas del Verkami, pero estará disponible en mi tienda online en enero. Avisaré por la newsletter en cuanto esté, así que recomiendo mucho apuntarse 🙂