La época de cambio de año es de lejos mi momento favorito: incluso en un año como este, con el agobio de las noticias que de tan malas parecían parodia, echo la vista atrás y pienso en todas las cosas buenas, aunque fueran pequeñas, y como que me deja el corazón calentito.
Para 2022, os deseo que esas cositas buenas y pequeñas se multipliquen como gremlins en una competición de natación nocturna. Y si quiere aparecer alguna cosa grande, bienvenida sea.
2021 contado rápido:
- Mayo: autopubliqué La Mala del Cuento, mi tintubre de 2020 lleno de brujas que un poquito de razón en el fondo tenían.
- Junio: tras dos años de irlo subiendo página a página a la web, Fandogamia Editorial publicó Nada del Otro Mundo, mi cómic de nomuertos que se quieren.
- Septiembre: empezamos capítulo nuevo en el webcómic El Vosque, tras un año de parón.
- También septiembre: ilustré un juego de mesa de monstruos cuquis para Devir, llamado Castle Party
- Noviembre: gané un Premio Ignotus con Descanso Corto. ¿Tú te lo crees? Yo tampoco.
- Diciembre: me lié a hacer una ilustración colaborativa, la llamé Asalto al Castillo, se me ocurrió hacer un Verkami para convertirla en un cómic y le habéis dado tanto amor que ya es mi campaña de más éxito y me mareo un poco cada vez que lo pienso.
Planes para 2022:
¡Muchos! Parece que habrá que añadir otra meta extra al verkami de Asalto al Castillo y tengo pensada una bastante gorda que me apetece mucho que veáis. Aparte quiero empezar un cómic nuevo y me gustaría guardarme más tiempo para parar, descansar y disfrutar lo conseguido. Posiblemente mi proyecto más jodido, ya os contaré 😛