Cuando emprendo un proyecto grande (en este caso el artbook de La mala del cuento) intento ser un poco ordenada con los bocetos en lugar de ir garabateando cosas en hojas sueltas y perdiéndolas para siempre.
Siempre acabo fracasando, pa qué mentir. ¡Pero! Tras unos cuantos meses de investigación intensiva he conseguido agrupar en un sketchbook un montón de bocetos, desde los conceptos más crudos de los vestidos de las malas hasta los dibujos depurados que usé como base.
Siguiendo la tradición anual, aquí el resumen de los juegos que más me gustaron entre los que jugué o vi jugar en 2020. Fue un año donde los juegos de cultivar cosas y llevar una granja tranquilamente me comieron la vida (por qué será). Detrás del Leer más tenéis la lista completa:
O: cómo convertir un tintubre en un artbook llenándolo de chorraditas, Laurielle style.
Ya van tres tintubres (Inkteaber en 2018, Descanso Corto en 2019 y ahora este de La mala del cuento) que recopilo en un artbook, y quería explicaros un poco el proceso que sigo para pasar de 31 ilustraciones en hojas sueltas de papel a un artbook hecho y derecho.
Todo empieza por aquí
Los dibujos son todos más o menos del mismo tamaño y proporción, para facilitarme la vida. Lo primero es decidir qué voy a añadirles que pueda hacer la lectura más entretenida: el objetivo es que además de ver dibujos bonitos os riáis. En este caso, decido que quiero poner un resumen de cada cuento, el veredicto del jurado y alguna viñeta. Tras mover los elementos para que sea legible y funcione tanto con cuentos cortos como largos queda así:
Lo siguiente es hacer pruebas de impresión (es decir, imprimir en la impresora de mi casa las páginas a tamaño real, tantas veces como sea necesario) para dar con un tamaño de letra que no destruya los ojos de la gente y asegurarme de que todo se ve bien y tiene espacio suficiente.
El tamaño de letra de los bocadillos lo miro por separado
Me hace toda la ilusión poder decir que el verkami de La mala del cuento lo ha petao: no sólo se financió en una hora, sino que en los 40 días de campaña que acaban de acabar más de 600 mecenas han desbloqueado páginas de cómic, chapas extra, pegatinas, videocuentos… ¡y brillicos en la portada!
Ha sido una vorágine de emoción (¡muchísimas gracias!). Ahora toca sentarse y hacer toda la parte de dibujar, corregir y maquetar, que honestamente suena aburrido pero es una parte que me gusta muchísimo y que estoy deseando compartir con vosotros.
Hacer verkamis justo antes de Navidad se está convirtiendo en una tradición personal para mí, y romperlos más allá de toda previsión se está volviendo una tradición para vosotros.
Cada octubre me propongo hacer una ilustración a tinta diaria (lo que viene a llamarse tintubre). Esto es un poco porque tener el objetivo claro me ayuda a cumplir mejor, un poco porque así mejoro mi técnica de dibujo y un poco por masoquismo.
¡Buenas! Viendo que hay quien se aburre al no poder salir de casa os dejo aquí el póster de Una mazmorra entre todos, en blanco y negro y listo para imprimir en cualquier impresora.
Aquí tenéis el enlace de descarga. El único requisito es no resubirlo a otras webs y no borrar la firma, ¡pero no os cortéis en añadir la vuestra!
Un año más, aquí el resumen de los juegos que más me gustaron entre los que jugué o vi jugar en 2019. Detrás del Leer más tenéis la lista completa. HONK!
Gracias a vuestro -increíble, apabullante, crítico- apoyo, ¡Descanso Corto ha terminado la campaña con todas las metas desbloqueadas! *Pausa para el baile celebratorio*
Ahora tocan unas cuantas semanas de dibujar y maquetar (quién me iba a decir a mí que 3 objetos por aventurera significaba dibujar 96 objetos, qué raras son las mates), y de preparar el material extra. ¡Os mantendré informados de todo el proceso en Twitter, instagram y Pillowfort! <3