Cada octubre me propongo hacer una ilustración a tinta diaria (lo que viene a llamarse tintubre). Esto es un poco porque tener el objetivo claro me ayuda a cumplir mejor, un poco porque así mejoro mi técnica de dibujo y un poco por masoquismo.
Este año de estar encerrados he leído un montón de posts de redditships y AITA, sitios donde va la gente a explicar cosas que les han pasado para que los demás juzguen. Me divierte tanto el concepto que pensé: ¿cómo sería si se sometieran a juicio popular las malas de los cuentos?
Así que este octubre estoy haciendo La mala del cuento. Cada día dibujo a la villana de un cuento popular, y publico el veredicto del jurado (imaginario) en este hilo de Twitter.
A la hora de elegir los cuentos he pillado mis favoritos, así que son casi todos europeos y muy conocidos. Pero de vez en cuando se cuela alguno que no es fácil de encontrar, con lo que no tengo más remedio que arremangarme y contároslo:
Intento que todos los cuentos de #lamaladelcuento estén disponibles online por si tenéis curiosidad, pero con el de hoy ha sido imposible.
…así que os voy a contar el cuento de Šāhīn y la mujer que le amargó la vida https://t.co/OK7HZHnuxm
— Laurielle (@lauriellemaven) October 10, 2020
Todas las ilustraciones las estoy haciendo con plumilla y tinta china, que son dos herramientas que no tocaba desde hace años. Para añadirle emoción, todas llevan acuarelas con efectos dorados. No se nota mucho al escanearlos, pero todos los originales tienen brilli brilli porque me calienta el corazón:
Con el de hoy estamos en la mitad del tintubre, y no sé en qué saraos me meteré cuando acabe. Si queréis que os avise cuando lo termine o cuando empiece algo nuevo podéis apuntaros a la newsletter. ¡Prometo usarla sabiamente!