Para mi nuevo cómic, La Taza Medio Llena, decidí hacer el dibujo en lápiz sobre papel. Normalmente trabajo todo en digital, desde el boceto inicial hasta los acabados de la tinta. Lo hago así porque es cómodo y rápido: está todo en un mismo soporte, no tengo que pelearme con el escáner, puedo encajar los textos y los fondos inmediatamente…
…peeeero al mismo tiempo me pasa que me centro mucho en cada página y pierdo la visión del conjunto.
Por eso con La Taza Medio Llena pasé a lápiz tradicional: me permite hacer de golpe todos los lápices de una escena, mantener un tono más uniforme y tener siempre delante las páginas anteriores y siguientes para ver que encajan bien entre sí. ¡A menudo, unas sobre otras!
Cuando estoy haciendo lápiz invado la mesa del salón y me monto un setup tal que así:
Hago un primer boceto con lápiz azul para colocar elementos y otro con lápiz HB negro para definir el dibujo. Intento no dibujar fondos sino insinuarlos: ya los meteré luego con la tinta. Es mejor tener claro lo que quiero y hacerlo con las reglas de perspectiva y las herramientas de ClipStudio que dibujarlo mal una vez y tener que repetirlo.
El lápiz resultante hay que escanearlo y retocarlo (aumentando y reduciendo partes del dibujo para que encajen con los textos), pero creo que aporta al resultado final y me da margen para arreglar errores antes de lanzarme a entintar.
¡Para la próxima os hablo de las miniaturas!
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