¡A las buenas! El Manga BCN ha venido volando y se ha ido volando: el domingo por la noche me costaba creer que ya se hubiera acabado (y estar viva para contarlo). Es un evento enorme que encima pilla a final de año, cuando ya no te quedan fuerzas.
Pero aunque tuve que tomar ochocientos litros de té, tres mallas de mandarinas y apoyarme en los supports del stand, que son boniquísimos y lo dieron todo, me lo pasé pipa.