En 2023 las buenas gentes de Adoquín -una revista de cómic infantil que se esfuerza en hacer llegar a los peques cómics de autoría nacional- me pidieron una historia de 6 páginas para su segundo número.
Me dieron vía libre y les dibujé La casa humana, una historia de miedo que tiene esta pinta (sin diálogos, para no spoilear):
Hoy me gustaría hablaros del color del cómic y de cómo me enfrenté al reto de hacer un cómic a color desde mi posición de firme comiquera en escala de grises.
Lo primero, no soy experta en colorear cómics (lo mío es el blanco y negro), pero me lo tomé como un reto. Adoquín está enfocado a cómic infantil, así que procuré pensar en un color sencillo, sin grandes efectos ni degradados. Pero intenso, para que fuera atractivo a la vista. Dibujé las páginas y acto seguido las metí en el iPad para hacer un boceto de color, tal que así.
Fijaos que se ven las pinceladas a lo bruto: no estoy intentando colorear ‘de verdad’, estoy probando a ver qué queda bien en la viñeta. El cómic sucede de noche pero los niños llevan una linterna, así que me apoyé sobre todo en morados y naranjas, con un poquito de rojo para destacar emociones.
Cuando termino no copio los colores directamente del boceto: quizá sería lo más eficiente, pero lo que hago es aplicar primero colores planos, que son más o menos los mismos durante todo el cómic. El pelo de la duende siempre el mismo naranja, la piel del tritón el mismo azul, etc.
Luego aplico las sombras según lo que he decidido en el boceto de color: todas las de una viñeta van en una misma capa, para unificar la luz y que tengan todas la misma intensidad.
Como no uso distintos tonos de sombra lo que hago es jugar con las texturas (vicio sacado directamente de los cómics en blanco y negro): fijaos que aquí la sombra en la cara de la duende está muy definida porque está cerca de la linterna, pero en la cara de la arpía está un poco más desdibujada y en la caja del fondo he usado trama (las rayitas) para difuminarla aún más.
Después voy con las luces: no siempre harían falta -con una capa de sombra ya se entiende el dibujo- pero la linterna, hamijos, la linterna. Hay que poner el haz de luz, y el brillo en los elementos de alrededor. Y como es tan intenso, hago que tape los colores de lo que hay detrás.
Es más, para que se vea aún más brillante cambio el color de la línea que hay detrás del haz de luz. Jugar con el color de la línea ayuda mucho a hacer que cosas que no deberían llamar la atención destaquen menos, o en este caso a hacer que parezca un foco de circo en vez de una linterna a pilas.
Y como quiero sencillez paro aquí de meter detalles, le pongo los textos y ¡tachán!
Una viñeta a color, y a base de repetir este proceso, un cómic 🙂
¡Espero que os haya resultado interesante! Todos los patreons pueden leer el cómic completo, pero si podéis pillar un ejemplar de Adoquín os animo a ello, sobre todo si tenéis peques. Hay cómics chulísimos de autores españoles muy cracks que seguro que les gustarán.